Datos personales

Mi foto
Patricia B. Bustos Psicoanalista /Coordinadora de grupos terapeúticos/ Prof. Enseñanza Común y diferencial / Mediadora Judicial / Voluntaria y Socia Activa de Mèdicos del Mundo

viernes, 22 de mayo de 2009

Amor a la Distancia

Love - Gustav Klimt
Acabas de encontrar a la persona ideal. Con ella ríes, te descargas y compartes tus mejores momentos. Te encanta su personalidad y sientes que es la persona indicada... Hay un solo problema, vive a miles de kilómetros de distancia… La distancia en el amor no tiene por qué suponer un problema. Es cierto que se requiere por parte de las dos personas que integran la pareja una serie de conceptos como por ejemplo; entusiasmo, voluntad, compromiso. El miedo a perder a tu pareja por un alejamiento geográfico entre ambos es una tontería, ya que lo realmente importante es que haya amor entre los dos. La distancia no tiene por qué iniciar el olvido sino todo lo contrario -ya que aunque no lo creas- puede aumentarlo. En este tipo de relaciones nunca se puede generalizar. Hay muchos y diferentes casos. Pero cuando se decide continuar pese a los kilómetros, cada uno de los miembros de pareja debe sincerarse sobre si podrá o no podrá con los estrujes que este tipo de relación ejercen. ¿Qué es lo que más añoramos? El poder dormir juntos y dejar de verse por muchos días puede desatar en cualquiera una sensación de desconfianza. Quizá lo que puede dañar más sea la temida soledad, pues las personas pueden sentirse que están solas cuando necesitan de alguien que en un mal momento necesite de ese abrazo. Otra pregunta que yo me realizo es ¿la presión social es otra enemiga? Los familiares y amigos pueden hacer comentarios hirientes sobre la pareja que está lejana y es quizá cuando aparecen los celos y la desconfianza. ¿Qué se puede hacer ante esto? Supongo que debe actuar con decisión y no dejar que estos sentimientos se apoderen de la mente. Sólo viviendo con seguridad, confiando en el otro y entendiendo que la separación es transitoria y no imperecedera puede sobrevivir una relación de estas características. Algunas parejas tienen los medios para viajar sin problema, incluyendo el tiempo, el dinero y las circunstancias necesarias. Si éste es el caso, entonces la dificultad de estar lejos es casi mínima. ¿Cómo podemos “aliviar” el no poder viajar con demasiada frecuencia? Hay varias alternativas que podrían funcionar. Casi todas las relaciones se resienten cuando hay kilómetros por medio. Mantener una pareja en la distancia es difícil pero no imposible. El amor de lejos es una misión complicada. Hoy, más que nunca, la tecnología nos acerca y nos mantiene conectados en tiempo real. Si bien un beso no puede reemplazarse por un ícono en el mensajero virtual, hay muchas formas de hacer que el amor a la distancia sobreviva y se mantenga en pie. Es la prueba de fuego para cualquier pareja, mantener la llama sin contacto físico, con una comunicación limitada y siguiendo caminos distintos. ¿Imposible? No si se tienen las ganas, el amor y la habilidad emocional necesaria. Cuando una circunstancia de cualquier tipo obliga a la separación de una pareja es inevitable que surjan las dudas sobre el futuro de la relación. Mantenerla va a requerir grandes dosis de energía y no va estar exento de malos momentos. Los sentimientos respecto a nuestra pareja deberían ser suficientes para decirnos si vale la pena. El amor no tiene formas, no tiene tiempos, no tiene limites, cuando llega no importa donde te encuentres se aloja en ti y sólo debes saber cómo retenerlo y cuidarlo. Mientras hay confianza y un amor muy fuerte, no existirá nada ni nadie y mucho menos distancia, que pueda encargarse de destruir el vínculo. La ausencia de la pareja es dura de sobrellevar, pero cuando una persona está realmente enamorada, no hay dificultad que no se puedan solventar. Hay que afrontarlo con paciencia y mirando el lado positivo. Por un lado, están los reencuentros que se viven de forma muy intensa y que mantienen una ilusión constante en la pareja y por otro, con la distancia no se sufrirá el desgaste de la rutina diaria. (Psi. Patricia B. Bustos)

El Peso de la Culpa

Coffe For Mister Klimt
“Si no te tomas la sopa tu mamá se va a poner muy triste”, “si sigues saliendo con ese chico no podremos soportar la vergüenza”, “mi fracaso en los estudios se debe a que ustedes solo hablan de divorciarse”, “para olvidarnos de este problema (que sé que causé yo) vayámonos de viaje”. ¿Suena familiar? Por supuesto. Ay, si hubiera hecho esto así …. en vez de como lo hice. Si yo no le hubiera contestado eso a mi madre, ella… No conseguí el empleo, la culpa es mía por haber (o no haber…) Yo debería haber hecho tal cosa… …
¡Todo esto pasa por mi culpa!
¿Te das cuenta del mecanismo? Revives en el presente algo que te molestó del pasado, y eso te imposibilita disfrutar de este momento, o enfrentarte a él con toda tu energía. No me refiero a volver a situaciones vividas en las que consideramos que podríamos haber actuado de otro modo para aprender de ellas y que ese saldo positivo sea un estímulo en nuestro crecimiento personal.
Me refiero a lacerarse o martirizarse por una conducta que tuvimos en el pasado, en lugar de adoptar una actitud más comprensiva y relajada.
La capacidad de sentir culpa la tenemos todos. Hay personas que no necesitan utilizarla, y otras que aprenden a desarrollarla en el entorno de su hogar. Hay familias de culposos, donde los niños, al recrear los patrones de conducta de sus padres, adoptan este mecanismo en forma sistemática. Culpan a otros por hechos de los que tendrían que hacerse responsables. O, peor aún, asumen todo lo que les pasa en la vida con culpa. Ellos causaron todos los males con su proceder (o con su no proceder). Estas personas llegan a experimentar culpa hasta por cosas sin sentido.
El psicoanálisis revela que todos sienten culpa, que la culpa nos puede amargar la vida y que el sentimiento de culpa es el que nos impulsa a intentar reparar nuestros errores. Es importante distinguir entre responsabilidad y culpa.
Responsabilidad es la capacidad de responder por las consecuencias de nuestras acciones y también por otros hechos que no se relacionan con nosotros. En tanto que la culpa es la que se atribuye a alguien como causante de un daño o delito, independientemente de la responsabilidad que asuma.
La culpa que sentimos es el resultado del propio juicio, entre lo que hemos hecho y lo que creemos que deberíamos haber hecho. Los sentimientos propios de culpa llevan a la idea de castigo y la culpa ajena, a la venganza.
El psicoanálisis nos muestra que cargamos con la culpa para no sentirnos impotentes. Porque la omnipotencia consiste en creer que podemos evitar todos los hechos. Las cosas son como son y no como queremos que sean, o nuestro ideal, que se rige por nuestros valores y nuestra moral que es el conjunto de normas éticas con las cuales nos identificamos.
Los ideales se obtienen de las experiencias sufridas de fracaso (esto no se debe hacer, lo otro tampoco). Los valores son principios que orientan la conducta y sin ellos la vida no es posible, pero si los aplicamos rígidamente, sin la suficiente flexibilidad, nos pueden hacer la vida imposible.
La autoestima se relaciona con la culpa, y es inversamente proporcional a ella, porque cuanto más culpa se sienta menor será la autoestima. El ideal ha incorporado las tradiciones y costumbres de la sociedad, las pautas de la clase social, las figuras de autoridad, la gente que se respeta y admira, y representa una influencia inconsciente que nos exige su cumplimiento y es con respecto a ese ideal que experimentamos culpa o autoestima.
La culpa se alivia proyectándolas sobre las personas más allegadas que son las que nos reprochan. Los sentimientos del deber que producen culpa son aquellos que no han sido satisfechos en su tiempo y forma, pues la esencia de todo ser humano es cumplir sus ideales. Pero con respecto a las culpas por lo que hemos hecho que ya no se puede reparar, hay que aprender a vivir con ellas, dejarlas atrás y hacer el duelo.
Piénsalo… estás acá, en este lugar, en este preciso instante, hoy… un día que puedes disfrutar a pleno, y en el que tienes la posibilidad de comenzar a encontrar todo lo que necesitas para ser feliz. Créeme que tomar la decisión de deshacerte de mecanismos tan inútiles ejercerá una influencia maravillosa en cada uno de tus días. (Psi. Patricia B. Bustos)

sábado, 2 de mayo de 2009

Suicidio

¿Por qué los adolescentes intentan quitarse la vida? A todos “nos superan” la emociones o situaciones difíciles de vez en cuando. Pero la mayoría de personas lo acaban superando y son capaces de ver los problemas en perspectiva y de encontrar el modo de seguir adelante con esperanza y determinación. Entonces, ¿por qué determinadas personas intentan suicidarse y otras personas que se encuentran en una situación igual de difícil no lo hacen? ¿Qué es lo que hace que determinadas personas sean más flexibles y resistentes (más capaces de afrontar los reveses y dificultades que les plantea la vida) que otras? ¿Qué es lo que determina que una persona no sea capaz de ver otra salida a una situación difícil aparte de poner fin a su vida? El intento de suicidio no es un llamado de atención inofensivo, es la expresión de extrema angustia, que siente la persona que sufre. Se manifiesta cuando el sujeto se siente indefenso por completo para cambiar una situación que se ha vuelto intolerable, representa su último y desesperado pedido de amor, de ayuda y de piedad. Hay que tener presente que cuanto mayor sea la necesidad de manipular a seres queridos a través de amenazas o intentos de suicidio, mayor es el peligro letal. Las personas en estas situaciones de extrema vulnerabilidad buscan reflejar su malestar y desacuerdo con “acciones auto-lesivas” más que con palabras. Depresiòn La depresión hace que la gente se focalice mayoritariamente en los fracasos y decepciones, enfatice la cara negativa de las situaciones e infravalore sus propias capacidades y su valía personal. Una persona con una fuerte depresión es incapaz de percibir la posibilidad de que las cosas puedan salirle bien y está convencida de que nunca volverá a ser feliz o que las cosas no se arreglaran nunca. La depresión afecta a los pensamientos de un ser de tal modo que este es incapaz de ver la forma o formas de superar sus problemas. Es como si la depresión pusiera un filtro en el pensamiento de la persona deprimida que distorsiona las cosas. Por eso las personas deprimidas no se dan cuenta de que el suicido es una “solución” permanente a un problema temporal del mismo modo que se dan cuenta las personas no deprimidas. Un adolescente deprimido puede sentir que no hay ninguna otra forma de escapar de sus problemas, de aliviarse el dolor emocional o de comunicar su desesperación y su profunda infelicidad. A veces, los individuos que se plantean el suicidio ni siquiera son conscientes de que están deprimidos. No se dan cuenta de que es la depresión —no la situación— lo que les está haciendo ver las cosas como si “no hubiera salida”, “no pudieran mejorar” o “no hubiera nada que hacer”. El suicidio no siempre se planifica Algunos que intentan suicidarse quieren morir y otros no. Algunos utilizan el intento de suicidio como una forma de expresar un profundo dolor emocional. No son capaces de expresar cómo se sienten, de modo que intentar suicidarse les parece la única forma de transmitir ese mensaje. Lamentablemente, incluso cuando un intento de suicidio no es más que una forma de pedir ayuda a gritos y la persona no desea morir, no hay forma de controlarlo. ¿Y si te está ocurriendo a vos? Si has estado pensado en el suicido, pide ayuda lo antes posible. La depresión no es ninguna tontería sino un problema grave. No puedes limitarte a esperar y desear que mejore tu estado de ánimo. Cuando una persona lleva mucho tiempo deprimida, es muy difícil que sea capaz de dar un paso atrás y ver las cosas en perspectiva y con objetividad. ¿Y si le está ocurriendo a alguien que conoces? Siempre es positivo iniciar una conversación con una persona que creas que se puede estar planteando el suicidio. Así podrás pedir ayuda para esa persona, y el mero hecho de hablar sobre ello tal vez la ayude a sentirse menos sola, más cuidada y más comprendida. Hablar sobre lo que le preocupa a esa persona también puede ser una buena oportunidad para que considere otras soluciones posibles a sus problemas. Generalmente las personas que se están planteando el suicidio están dispuestas a hablar si alguien les pregunta desde la preocupación sincera y el deseo de ayudarles. Puesto que las personas deprimidas no son capaces de ver las respuestas con tanta facilidad ni claridad como la demás gente, puede ayudar que alguien les inste a llegar conjuntamente a por lo menos otra posible salida o solución a la difícil situación que está viviendo. Aunque un amigo o compañero de clase te haga prometerle que le guardarás el secreto, tu deber es pedir ayuda lo antes posible —la vida de tu amigo podría depender de ello. Cuando alguien se está planteando seriamente el suicidio, es posible que haya caído en un pozo emocional tan hondo que puede no ser capaz de reconocer que necesita ayuda. Cuéntaselo a un adulto en quien confíes lo antes posible. . Cuando una persona se suicida, la gente que la apreciaba puede experimentar un terrible sufrimiento emocional. Los adolescentes que han tenido recientemente una pérdida o una crisis o que tienen un familiar o compañero de clase que se ha suicidado pueden ser especialmente proclives a pensar en el suicidio y a cometer actos suicidas. Si mantienes o mantenías un vínculo muy estrecho con una persona que ha intentado suicidarse o que se ha suicidado, puede ayudarte el hecho de hablar con un terapeuta o psicólogo —un profesional que tendrá la formación necesaria para tratar un tema tan complejo como el suicidio. Afrontar los problemas Ser adolescente no es fácil. Los adolescentes están sometidos a muchas presiones nuevas, de índole social, académica y personal. Y, para los adolescentes que tienen que afrontar problemas adicionales, como el hecho de vivir en un ambiente violento o de recibir malos tratos, la vida puede resultar todavía más difícil. (Psi. Patricia B. Bustos)

Abrazos

El Abrazo - Pablo Picasso

Hay mucha falta de abrazos en el mundo.

Cuando abrazamos damos parte de nosotros mismos, es por eso que son tan necesarios, pues demostramos, amistad, confort, consuelo, y algo mucho más importante…Amor

El abrazo hace respirar un aliento de vida refrescante, a un cuerpo cansado, además de hacernos sentir mas jóvenes y vibrantes.

En el hogar el abrazo diario, fortalece las relaciones y reduce significativamente las fricciones.

Un abrazo puede tener efectos terapéuticos, ya que es un medio que provee un sentido de compañerismo y alegría.

Hay algo en un abrazo (espontaneo, sincero y tierno) que estremece al corazón, y nos da la bienvenida facilitando justamente la partida.

Un abrazo es para compartir la alegría y la tristeza la cual es difícil evadir, pero que permite a los verdaderos amigos palpar la existencia del amor fraternal, de la empatía ante el dolor.

Un abrazo es mágico, es increíble la insuperable forma de mostrar el amor que sentimos, al faltar las palabras, que no podemos decir.

Un "simple" abrazo hace sentirnos mejor, en todo lugar y sentido se da por entendido.

Un corazón hecho pedazos se alegra con solo un abrir de tus brazos. Si te agradan los abrazos. . . (Psi. Patricia B. Bustos) .